¿Alguna vez te han llamado de una empresa o de una ETT para preguntarte cosas sobre tu currículo? ¿O incluso para hacerte una entrevista telefónica? De un tiempo a esta parte se están poniendo de moda este tipo de entrevistas para citar en las instalaciones única y exclusivamente a aquellos candidatos que dan el perfil de lo que están buscando ya que usan las entrevistas telefónicas como una criba con los candidatos que pueden interesarles.
Las entrevistas telefónicas
Una entrevista telefónica, muchas veces, no es algo que se planee sino que te llaman sin previo aviso, y eso puede generar que se cometan errores.
De hecho, la mayoría de los errores en las entrevistas telefónicas son los siguientes:
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Pensar que no es una entrevista de verdad. Muchos creen que sólo es una forma de conocer más al candidato y no le dan mucha importancia pero, en realidad, lo que hacen es valorar tu capacidad de respuesta ante una situación inesperada y, si lo pasas, es que ya tienes mucho conseguido para ese puesto de trabajo.
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No prepararse para una posible entrevista telefónica. Como te hemos dicho, están imponiéndose las entrevistas telefónicas porque, con ellas, se permite, muchas veces, conocer al candidato y que éste pueda estar más tranquilo, pero para conseguirlo hay que intentar prepararla previamente así que, siempre que eches un currículo, procura pensar que te pueden llamar y es bueno que te comportes como si fuera una entrevista presencial.
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No buscar un sitio tranquilo. Como te decimos, no te van a decir, en la mayoría de los casos, si te van a llamar o no y cuándo será. Por eso, es posible que te pillen en un sitio de mucha gente. Si es así, y puedes, que eso también hay que comprenderlo, procura buscar un lugar tranquilo donde puedas responder las preguntas.
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No tener cuidado con tu estado de ánimo. Cuando te hacen una entrevista por teléfono, lo que va a delatar tu estado de ánimo va a ser la voz. Si te notan apagado, con pocas ganas de responder, van a pensar que realmente no te interesa el puesto, y no te llamarán. Por eso has de sonar animado y predispuesto, como si quisieras que la otra persona acabara riendo por sentirse a gusto contigo (pero sin hacer el payaso, ojo, hay términos medios).
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No saber lo que se ha puesto. Hay ocasiones en que echas el currículo para varias cosas y, cada una, tiene su propia solicitud o requisitos. A la hora de hablar por teléfono con ellos, conviene tener a mano esos documentos o, en caso de no poder tenerlos, sí saber lo que se puso en ellos para parecer más profesional (y dar a pensar que te importa, y mucho, el puesto de trabajo).
Como ves, hay errores que son subsanables. ¿Has tenido alguna entrevista telefónica alguna vez?